Conózcase así mismo




Una vez, un viejo mendigo llamo a las puertas de un hombre muy rico. Molesto y exasperado por sus toques, el hombre rico gritó: “¿Quién es? ¿Quién es?”. El mendigo contesto: “Sólo un mendigo que viene a pedir limosnas”. El hombre rico replicó: No hay nadie aquí no le conozco ¡Largo! ¡Largo de aquí! ¡No sé quién es usted!” Entonces el humilde mendigo contestó: “Pero señor, Yo me conozco. Sólo seré un mendigo, pero sé quien soy. Estoy consciente de mi realidad en todo momento, y el ambiente siempre me ayuda con sus rostros amigables. Es una lástima, ciertamente es una vergüenza que tantas personas le conozcan y que usted no sepa quien es realmente



Dos extremos en la vida


Cuando uno conoce su propio ser

Estos son dos extremos en la vida, cuando uno conoce su propio ser, alcanza un nivel de conciencia en la divinidad, tan hondo, tan dulce, que se sitúa por encima del universo a su alrededor y ya no se ve afectado por el entorno ilusorio que le rodea.

El contrario


Aquel que ha olvidado por completo al divino en él, falsamente acepta diferentes identidades como un hombre rico o un hombre pobre, como un joven o un viejo, como un santo o un pecador. Puede ser muy conocido, famoso, poderoso, pero todo eso no es mas que su alucinación, su propio sueño. Sin embargo, el puede despertar de ese sueño a través del canto regular y concentrado de su Power-Mantra Personal, el puede llevarle rápidamente y sin riesgos a su realidad: amar con conciencia plena.