No haga de Dios su proveedor personal






No incurra en una adoración mezquina

Cuando las personas se reúnen para orar, invariablemente terminan pidiendo toda clase de soluciones y cosas, en vez de implorar solamente la gracia más excelsa: que la conciencia más elevada descienda en sus corazones. No incurra en una adoración mezquina, como orar para solucionar sus problemas.

Conciencia de cosas

No ore a Dios desde la perspectiva de una ‘conciencia de cosas': "¡Oh Dios, protege mis cosas!" ¡Oh Dios, concédeme mas cosas!" No haga de Dios o de su Guru su proveedor personal, o quedara por siempre como un esclavo, confinado en cadenas hechas de las mismas cosas por las que ha estado orando. El ego cubierto de polvo y costras se empecina en recolectar y acumular cosas porque tiene miedo de vivir y tiene miedo de morir, tiene miedo de amar y tiene miedo del odio

Egipcios

Quizás, al igual que los antiguos egipcios, quiera construir pirámides-Tumbas que son obras maestras de arquitectura- para resguardar las cosas que ha acumulado, con la esperanza de regresar para utilizarlas. La idea es levemente correcta porque ciertamente regresarán, pero no por o para las cosas que han adquirido durante toda su vida con tanto trabajo, para que le acompañen ala tumba. Este es un ejemplo de como uno muere junto con el ego cubierto de polvo y costras, junto con todas las cosas que ha acumulado.

Regando un árbol

Cuando se pregunte cómo debe orar, piense que esta regando un árbol, al regar con agua sus raíces, automáticamente se nutre el tronco, las ramas, las hojas y las flores. Similarmente, cuando oramos a Dios y entramos en conexión con ese Divino Plano Espiritual, todos nuestros deseos y necesidades son automáticamente satisfechos. En vez de recargar sus oraciones con preocupaciones mundanas, ore a Dios con amor y gozo. Trate de estar en contacto con la persona iluminada, con el Maestro vivo, porque su presencia le proporcionará una experiencia superior sin precedentes y le guiará por el sendero que conduce al mundo interior, donde usted encontrará el cofre del tesoro de su propia fuerza vital, de su propia existencia consciente divina.